radio cures

marzo 28, 2005

Se aferró a su rosario y clamó por luz.
Los tiempos, dilatados en las eternas oscuridades de sí misma, entorpecieron su capacidad para ver el tenue resplandor de aquella mañana que la esperanza apareció por fin.
Sus plegarias habían sido oídas.
La tomé de la mano y limpié sus ideas. Mi virtud ya no era sólo mía, era suya también. Mientras el sol en nuestra caminata empezaba a hacerse sentir, ella cubrió mis ojos y con un poco de temor, tomó mi corazón con sus manos. Era suyo.
Al abrir mis ojos otra vez, me sentí vacío, por lo tanto me limité a aceptar y no actuar.
Mientras, sus ojos se empañaron (creo que no sabía manejar lo que traía entre sus manos, pero cuidaba a mis pasiones y contratiempos como nadie lo había hecho).
Para mí, sin mis sentimientos, aquello era algo confuso, pero aún pude apreciar que a decir verdad, yo también estaba solo y sólo ella me lo supo mostrar con inusitada claridad.
Particular revelación pensé, la soledad ocurría en la plenitud mental, en la cúspide de mi hemorragia coronaria. No significaba otra cosa mas que la manifestación de la necesidad contener y retener afectos de manera que en las horas bajas, el barómetro de humanidad que llevamos dentro sume presión a nuestra capacidad de vivir experiencias.
Cuando volví de mi petit viaje filosófico, ella estaba abrazando a mi pequeño bombeador de glóbulos como si mantuviese un diálogo en idioma taquicardiánico. Para alguien que apenas puede hablar, tal manifestación de plurilingualidad me dejó perplejo.
Ella hablaba una lengua prácticamente muerta en esos tiempos.
Antes que se lo llevara y me desmayara por la baja de presión, lo tomé de regreso. Para asegurar la sutura, me dió la cruz de su rosario y la hendió en mi corazón.
Ya habian pasado algunas horas, no me había dado cuenta del tiempo que había transcurrido.
Nos sentamos en un banquito y nos miramos fijamente, sinceramente.
Su mano se acercó a mi cara y yo cerré los ojos, temiendo que esta pequeña cirujana utópica quisiera ahora mis ojos. En cambio, me besó y yo (que creí que no podría descubrir nada mas en tan extraño día) me dejé llevar. Mezclamos nuestras esencias, yo le dí fuerza y ella dolor, le di sueños y ella promesas, le di tiempo y ella me dió su alma, y tantas otras cosas. Me entregué a su intangible, pero perceptible sensualidad.
Regresamos a su hogar, ya era medianoche y la verdad, eran demasiadas cosas las que tenía que consultar conmigo mismo.
Una llamada desesperada al otro día de una voz extraña, pero cercana a ella me pidió que me aleje de ella, había probado un néctar de libertad y lo era aceptar, sabía que su alma estaba a salvo conmigo, no se podía ir aunque lo intentara.
Ahora podía sentir su dolor y saber que algo tan puro, tan completo como su esencia, en esencia palpitaba dentro de mí.
Su espíritu irradiaba una antagónica mezcla de orgullo y sumisión, tenía una mezcla de colores que se abanicaban desde el rojo de sus sueños hasta el negro de las cosas que queremos ocultar, además había un verde tenue de inmadurez y la experiencia del violeta marcado de sangre y alcohol, estaba también el naranja del amanecer, seguido del gris de la tormenta, repetidas veces, juntos formaban un color parecido a la voluntad. La sensación al tacto era muy parecida a la arena finita y húmeda, como si esas pequeñas fracciones que la conformaban estuvieran empapadas en mares de inagotables suplicios. Su sabor era narcótico, de tan delicado que era, no quería dejar de probarlo, no podía, en parte era un producto que yo necesitaba, en parte era algo que nadie puede dejar de tener, como la esperanza o la locura, pura.
Pasó la vida y llegó el día en que la volví a ver, fue como un regalo de cumpleaños largamente esperado por un niño, se apersonó en la vieja casa donde estaba yo, alejado de la ciudad, junto a mi soledad y mi pasado.
En los años que habían pasado la vida nos había deparado caminos distintos, no me animé a preguntar cuál fue su camino, era una pregunta muy amplia y por lo tanto evitable, pero por lo que intuí, sé que no fue feliz del todo. Nada de eso importaba, ni el tiempo ni la distancia, los dos hablábamos de aquel encuentro, aquel día que nos conocimos.
Le conté sobre como había tratado a su alma, de lo que me costó reponerme de su ausencia. Ella me contó que nunca mas pudo amar, pero si sentir las caricias en la arena húmeda y la exquisita narcosis que día a día disfrutábamos en la lejanía. Me agradeció por haber escoltado su espíritu, pero era hora de partir y se llevó consigo lo que le pertenecía.
Nunca mas la volví a ver y la agonía que se inició acabó con mi ser mas rápido de lo que sospechaba. No pude soportar la ausencia de esa misión a la que había estado sujeto, era tarde ya, no alcanzaba con confiar que todo estaría bien. No tenía nada que hacer con mi existencia.
Al fin de cuentas mi vida le pertenecía, igual que la cruz en mi corazón.



Wilco - Radio Cure

Cheer up, honey, I hope you can
There is something wrong with me
My mind is filled with silvery stars
Honey, kisses, clouds of fog
Shoulders shrugging off

Cheer up, honey, I hope you can
There is something wrong wit h me
My mind is filled with radio cures
Electronic surgical words

Picking apples for kings and queens of things I have never seen
Oh, distance has no way of making love understandable

7 comentarios:

Gon dijo...

Aclaro:
1- La mujer no es Kano y por lo tanto no hace fatalities.
2- Tampoco soy Shang Tsung y robo almas.
3- Un rosario es esa cosa con bolitas q se usa para rezar.
4- La arena humeda no me excita (creo)
5- No preciso un transplante

tormentadeletras dijo...

Rezo por vos
Luis Alberto Spinetta. Charly García , Luis Alberto Spinetta


La indómita luz se hizo carne en mí
y lo dejé todo por esta soledad
y leo revistas en la tentación
mi cuerpo se cae
y solo veo la cruz al amanecer
entonces rezo
rezo

morí por no morir
y me entregué na paixao
y lo dejé todo por esta soledad
y se hizo de noche
y aún estoy aquí
hice el sacrificio nena
y abracé la cruz al amanecer
entonces rezo
rezo por vos
rezo
rezo por vos

y curé mis heridas y me encendí de amor
y curé mis heridas y me encendí de amor
de amor sagrado
rezo
rezo por vos
solo rezo y rezo por vos

vivo en un mundo material
un mundo material
gon!!!!!
te empece a leer y este tema comenzo a sonarme en la cabeza!!!..con la voz de spinetta!!!!..o sea todo un viaje leerte
gracias por las letras!!!!
beso y abracito
brissitas desde sur

RUFUS dijo...

verdaderamente grande, menos mal de tus aclaraciones que sino el viajero anda perdido en esta autopista del infierno.

eres un maestro en tu genero

Federico dijo...

Por las uvas, a los productores venezolanos de telenovelas se le debe estar haciendo agua la boca...

Gon dijo...

diez dias para poner esa poronga fede, loco, washasha.

Federico dijo...

Para papa, me jodiste tanto q era lo q tenia en la cabewashashashaza en ese momento; pero sobre todo, por sobre todas las cosas, no t olvides de Travolta... porque ahi mis comentarios van a ser tetricos, MUUUAJAJAJAJAJA

ele dijo...

estuve de nuevo