uno a uno

setiembre 24, 2005

Uno es mi ángel protector. El otro mi marido.
El primero me entiende y me conoce demasiado. Y me acepta.
El otro entiende a la sociedad y me acepta sin conocerme.
Perfectamente complementarios. Dolorosamente casual.
Por uno vivo, para darle mi vida, para darle hijos y mis mañanas.
Por otro muero, es el cuchillo que me corta y no me da de comer.
Sangro por uno y sufro por otro. Respiro.
Uno de ellos me necesita. El otro muere.

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